RAUL ARIAS
(1944)
De POETA EN BICICLETA
Les digo:
"Bailemos por el muerto".
Y no me creen.
"¿Para qué estar tan tristes?",
les suplico.
Pero no.
Es la costumbre.
La ingenua, la bárbara,
la estúpida, la maldita,
la santa, la tuerta,
la muy civilizada,
la costumbre, muchacho.
Calla.
No debes reír,
sería un crimen.
¡Cuidado con bailar!
Hereje, sacrílego,
malhijo, monstruo,
satanás.
Silencio.
Y llora por el muerto.
*
Ah, poetas de mi tierra,
poetitas de mierda
con quienes aprendí a conocer
una nueva enfermedad:
la trinofobia.
Poetas de poetas,
esqueletos de oficina,
telefónicos versos,
dominicales y amarillos,
sálvensesipueden,
novios cíe la muerte,
vividores de la luna,
no se sorprendan
cuando guiando mi bici
les caiga encima,
transeúntes de vías láctea
y lean el periódico aman
al otro día:
"Poeta Zutano,
recuperándose.
Le cayó encima
un ángel de cien metros".
De SOL DE ABEJAS
La hoja en blanco
saca la lengua.
Desafía
como un samurai.
Invita como
el culo de una quinceañera
Engaña
como un fantasma
con seis ventanas.
Jala la imaginación
para que te vuelvas concre
ladrillo de edificio,
caña de pescador,
corazón para incendiar el r
Eso
Es
una hoja en blanco.
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