JULIO PAZOS
(Ambato, 1944)

FILIBERTO

De nada le valió la silueta de Tongolele
ni sirvieron las canelas, manos tibias que acarician el cerebro.
Ni valió el mundo que tanto asombro arrastra en las pupilas.
Ni las tensas jóvenes lograron llevárselo en sus risas;
ni las damas floridas, felinas en el arte del fuego, pudieron
detenerlo.

El taxi le dejó en la curva del abismo.
Subió al muro y se lanzó con los ojos abiertos.

TRAVESURAS DE JOVENES CAMPESINOS

Ellos, al margen del desarrollo,
juegan con las palabras
dicen elay elaqui elé
dicen quespes quiay quierde
dicen chula chita chula

ellos cortan el rabo al perro
inflan las vejigas de los puercos despostados
ponen sombreros a los espantapájaros

se comen los corazones de las gallinas
las patitas de los cuyes asados
los tuétanos

Pero los jóvenes campesinos
parecen gatos acorralados
cuando están en la ciudad.

Se quedan mirando los caracoles
con ese aire de ojos
que tienen los caballos
cuando miran a las estrellas de cine.

LA NECESIDAD

La mujer debió prestarse a las caricias profundas
para conseguir su pan.
Llegó sola, con una maleta y un paraguas.

Era una mujer morena y con sombras plateadas en los
párpados.
Fue al teatro y se presentó ante el empresario.

Trajeron músicos y la mujer cantó boleros.
Su voz era muy pobre.

El empresario le ofreció trabajo,
pero a cambio (le las caricias profundas
Al siguiente día la vimos en el escenario.
La luz del reflector principal la iluminaba:

la necesidad había encontrado en esta mujer
su presencia más exacta.

RATIFICACIÓN

Hoy, después de mojarme la cara,
de secarme
y mientras, extraviado, en el pequeñísimo lugar
contemplaba, estos nervios, no lo vas a creer,
estos nervios que no han logrado
por el mismo camino ir envejeciendo,
hoy, entraste con la luz
y como antes
me has puesto los ojos en 1a cara.
el suspiro en el pecho,
los nervios en sus cuencas.
la piel en su propio lugar de envejecimiento.
Hoy, mientras me mojaba la cara,
me has devuelta la sensación del cuerpo.

MODOS DE CRECER EN TODAS LAS IMAGENES

Asoma la Bardot con su farol y su cabello
y yo abro los ojos.
Asoma Marilyn con su nardo de piara
hasta los senos
y yo tiemblo.
Asoman las modelos de Modigliani
sobre sus apretujantes almohadones
y yo entiendo
que la pureza y la pasión son hermanas.
Las Valdivias
tienen los hombros suaves
y yo los palpo en sueños.