IVÁN CARVAJAL
(1948)

UNA VIGILIA DE TIBURON...

Una vigilia de tiburón me arrastra por el mundo
Di un brinco y llevé mi cuerpo cansado sobre los hombros
Enseñé a los perros vagabundos a romper cristales, cantando
Descubrí que el sol se levantaba desde el buche de un pelícano
Hice sordina al silencio
Diluí a la beata en su gota de agua bendita
Advertí que el fusil, a coces, despertaba a su soldado
En el incendio, eché leña al fuego
El sol degenera en pedazos, se corta los dedos en los vidrios
El miedo hunde su largo cuello en la arena
Sabemos del mundo a través de la congoja del pez ciego
Una virgen despierta y un dios la viola
El cristo acaba por sentarse y al fin la cruz descansa
En el ojal de la sien me crece una amapola
El ojo, desaguando la noche, aparatosamente...

ENTRE OCHO MILLONES

Extranjero
donde los ruidos granizan sin desconocimiento
donde explota el ojo de un anuncio
fluyen
enredándose muslos brazos bustos
"esta
la Plaza del Congreso"
solía decir
abundaban las palomas hacia donde cenábamos pizzas
pero a solas
me desavenía con la ciudad
en sus túneles espantajos con anteojeras
en sus estaciones mi avidez de provinciano
(¡qué inútil ella
para amarla en los rincones
en armarios
en palomas
qué inútil para espantar pingüinos en el zoo!)
pero quien transita
tarde o temprano
se enreda en regresos
a las telas
Penélope canta entre 8'000.000
y la ciudad
indiferente
transpira
la gran marmita

AL CESAR LO QUE ES DEL CESAR...

Al César lo que es del César.
Limbo música heladera.
Catapulta para desestrellar la bóveda.
Bussines para ocupar al César.

Los juegos del César:
Juega al golf golpeando con el palo, fuerte.
Juega al baseball golpeando con el palo, fuerte.
La bola divierte al César.

Lo que es del César, al César.
Monóculo palco poligamia monociclo.
En casa, puertas de emergencia.
Sueños de emergencia para apaciguar al César.
En el aire del César, vientos de emergencia.

Pero a Dios lo que es de Dios:
Un ventanuco para aguaitar al César.